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El certificado de eficiencia energética en el punto de mira

Los certificados de eficiencia energética de los edificios están en uso desde 2002 y constituyen una herramienta eficaz que proporciona información correcta acerca de la eficiencia energética de un edificio, así como consejos prácticos sobre cómo mejorarla.

Sin embargo, en no pocas ocasiones, la elaboración de dicho certificado se ha subestimado tanto por técnicos como por propietarios convirtiéndose en un mero trámite para vender/alquilar una vivienda, optar a ayudas y/o beneficios fiscales, etc. Posiblemente, por falta de información y formación, las partes interesadas no han sabido ver el valor que pueden aportar los certificados de eficiencia energética de cara a la mejora de los edificios. Es más, a menudo se perciben como documentos que forman parte de la burocracia.

Una visión más esclarecedora de la nueva Directiva (EU) 2024/1275 pone en valor los certificados de eficiencia energética mediante sistemas de control independientes para garantizar que como mínimo el 90% de los certificados de eficiencia energética expedidos son válidos con una confianza estadística del 95% durante el período evaluado, que no excederá de un año.

Y… ¿Qué garantiza un certificado de eficiencia energética válido?

  1. Una comprobación de la validez de los datos de entrada (incluidas comprobaciones in situ) del edificio utilizados para expedir el certificado de eficiencia energética, y los resultados consignados en este.
  2. La validez de los cálculos.
  3. Una desviación máxima de la eficiencia energética, preferiblemente expresada por el indicador numérico del uso de la energía (kWh/m2.a).
  4. Un número mínimo de elementos que difieran de los valores predeterminados o estándar.

Pero… ¿Qué información debe contener un certificado de eficiencia energética?

  1. El consumo de energía primaria y final.
  2. Las necesidades energéticas del edificio.
  3. La producción de energía renovable.
  4. Las emisiones de gases de efecto invernadero.
  5. El potencial del calentamiento global (PCG) a lo largo del ciclo de vida del edificio (50 años).
  6. Si están disponibles, y, de manera opcional, los sensores o controles de calidad ambiental interior.
  7. Recomendaciones para la mejora de la eficiencia energética del edificio.

Si quieres tener información correcta y actualizada sobre tus edificios, contacta con nosotros.

Recuerda: EL CONOCIMIENTO ES PODER