La COP (Conference of Parties) es una reunión anual de casi todos los países del mundo para enfrentar el cambio climático. Desde 1995, la COP se organiza en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), establecida en 1992, con el propósito de coordinar los esfuerzos internacionales que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y mitiguen el calentamiento global.
Desde su creación, se ha celebrado anualmente y ha sido el escenario de acuerdos históricos que han tenido un impacto significativo en la agenda climática global, como el Acuerdo de París (COP21) donde se acuerdan metas específicas para reducir emisiones y limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 °C (o preferentemente 1.5 °C) en comparación con los niveles preindustriales.
Este año, la COP29, será organizada en Bakú, Azerbaiyán del 11 al 22 de Noviembre y llega en un momento crucial, en un contexto de crecientes fenómenos climáticos extremos. Además, muchos países han experimentado el impacto de estos eventos en su economía y seguridad alimentaria, lo que ha vuelto la acción climática aún más urgente.
Azerbaiyán como país anfitrión, ha manifestado interés en la transición hacia energías renovables y en demostrar un compromiso más fuerte con los objetivos climáticos. La elección de Bakú como sede de la COP29 es estratégica ya que el país se encuentra en una región con gran dependencia de los combustibles fósiles, por lo que esta COP podría sentar las bases para que más países de la región caucásica y Asia Central se unan a la transición energética.
Algunos de los temas clave de la COP29 son:
Uno de los principales desafíos será encontrar un consenso entre los países con diferentes intereses y niveles de desarrollo económico. El éxito de la COP29 dependerá de la voluntad de los grandes emisores de comprometerse con acciones significativas y de la capacidad de los países más vulnerables para abogar por un reparto más justo de la responsabilidad climática.
La COP29 en Bakú será clave para definir la dirección de las políticas climáticas a nivel global en esta década decisiva, ya que solo quedan seis años para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones fijados para 2030 en el Acuerdo de París.